No creas que mataste mis ganas de vivir,
no pienses que no tengo iniciativas,
no imagines que soy un loco errante,
y aunque un día te quise bastante
tus ultimas palabras fueron definitivas
y ya soy feliz aunque no estés aquí.
Quizás no tenga que culparte,
tal vez no existan razones para odiarte.
Fue una historia que acabó antes de empezar,
el cielo es testigo que lo quise intentar.
Siempre pensé que iba acabar abrazado a tu aliento,
pero en un momento un solo aliento quedo aquel intento.
Eras mi aire, mi ganas de respirar, más que el sol;
eras tantas cosas... las justas para hacer latir este corazón.
Pero todo lo que diga no te importa nada,
y vaya como te vaya a mí ya me da igual.
No hay sentido en mirar atrás,
una lección de amor aprendí
y esta historia de un idiota no rechaza su fin.
El acto mediante el cual el hombre se funda y revela a sí mismo es la poesía. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro. OP.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.
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