Desnuda

Abriste el cajón para buscar tu estilo,
no creiste que fuera tan difícil.
Cuando lo empezaste a sentir
el vestido que ibas a reconstruir se quedó sin hilo.

¿Qué te vas a poner para salir al mundo?
Donde necesitas más que una armadura...
La noche se presenta muy dura
para quedarte con esta amargura.

Pero queda una mañana más para encontrar tu destino.
El cielo es el tope de tu ambición,
las alas se cifran en un millón,
de eso se trata, medrar sin conclusión.

La seguridad no depende de un talón,
de una posición, delante de quien...
Nunca serías feliz sabiendo que
la mayoría no tendrá qué comer.

La felicidad no depende del amor
más que lo que tú puedas hacer con él.
Tus principios serán los finales
de tu suerte con cualquier desafío.

Sin embargo, siempre estará el desatino
para recordarnos el vacío
que queda con la incertidumbre
de si el ánimo de tu sonrisa es solo costumbre.

Aunque para mí te prefiero desnuda,
lejos de tanto brillo, sin duda.
Tú seguirás buscando en la luna
ropa para que te libre de dudas.

Ausencia

No poder elegir te pone a la altura de una televisión;
no soñar, al lado de los cobardes;
no amar, en el sitio equivocado;
no sentirte cerca, cerca de vivir por obligación.

La ausencia de ti es lo único que tengo de ti
y el intento de mejorar el presente olvidando el pasado,
pero esto último se trata de emprender un sueño caducado.
La necesidad de ti no se deja de sentir.

Los primeros pasos fueron por intuición;
la necesidad de tus brazos al otro lado, silencio;
los recuerdos, invisibles para archivo
quedan solo fotos condenadas a disolverse sin sitio.

Presente que recuerdas constantemente mi pena,
que no necesariamente mala ni buena,
porque vivirla es parte de mi venas
y olvidarla, otra deuda.

Cambiar es intentar lo que no se puede,
el resto es consecuencia de lo que quieres;
olvidarte es un constante,volver a empezar
lo de tu ausencia , ganas de llorar

Demasiado tarde

Entre palabras y miradas te descubrí;
con tu sonrisa tranquila me confundí.
Cómo mirar a un lado si tengo memoria.
Cómo descubrirte todo lo que por ti haría.

Si es demasiado tarde para los sueños,
¿qué hago pensando en tus pechos,
en los techos que podriamos alcanzar,
en los hechos que no vamos a realizar?

Pero tu provocación trastoca mi boca
que no desmiente la alegría que mi alma toca.
Mis ojos bailan al son que tus pasos andan
y mi voluntad se desgasta como roca bajo el agua.

Si es demasiado tarde para los anhelos,
¿por qué gasto tanto tiempo en ellos,
en viajes desde la playa hasta tus besos,
en palabras para curar heridas?

Si es demasiado tarde,
¿por qué tejen calor mis manos?
Si el frío es un punto de vista,
debería ser más realista.

Pero tu recuerdo en mi mente vive diferente,
hace fiesta y funerales constantemente.
A estas alturas de las dudas, ni claro ni veraz,
solo demasiado tarde para mirar atrás.

Soledad

Soledad que vive en la habitación de mis dudas
de falta de razones para espantarla,
de imaginarte tan lejos que verte resulta útopico,
e inviable tener una presunta charla.

Soledad, el espacio entre la materialidad y la fantasía.
El espacio que queda entre tus ojos,
el tiempo que sigue sin verlos.
Soledad en mi afán de traerte a mi orilla.

Sol y edad suficientes para encontrarte,
y un día menos de vida que tú para no extrañarte.
Soledad necesaria para esperarte,
silencio de mi sonrisa inapelable.

Soledad que lava los ojos
para reconocerte entre tanta gente.
Soledad que vivirá entre nosotros
para no olvidarme de quererte.