Escribí por no saber que decir
Y la vergüenza se poso en mi ventana
Pero aquí estás sin llamarte
Sin buscarte, porque vives dentro de mi
De lo obvio no debería contarte
Eres la princesa de tantas ganas
Y yo solo el velador que ve a la distancia
Como a pesar del tiempo no cambia nada
Tu sonrisa y tus ojos me traen esta nostalgia
No necesito nombrarte
Más que enviarte al olvido
Por las calles vacías cuesta abajo
Donde seguramente te espere.
La salida conjugaría bien con un atajo.
Suenas en mi mente
Como la canción que imagino cantar bien
A veces me engaño tanto que no reparo
Y la despedida se fue de viaje.