Encontrarte con respuestas a destiempo,
en un momento distinto al que supusiste,
te pone a lado de lo que realmente fuiste.
Nada es fortuito, ni el color del viento.
No mirarte no me aleja de pensarte.
Soñarte no depende de extrañarte.
Te quiero, no para casarme,
y te odio, no para dejarte.
El roce de tus manos me devuelve sensibilidad,
el agobio de tus reclamos, dudas.
Déjame y déjate que el corazón haga su trabajo,
que nuestras bocas ya hablaron tanto...
No obligues, no presiones a los sentimientos,
son intangibles y propensos a marchitarse.
No los aceleres ni los frenes;
dales tiempo y tal vez puedan aclararte.
El acto mediante el cual el hombre se funda y revela a sí mismo es la poesía. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro. OP.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.