Espera

Cómo hallar la respuesta por tanto tiempo anhelada
si es avanzada la noche y mañana tengo que madrugar.
Solo quiero despegar mi corazón de la ventana helada;
más no pedir a la víspera eternidad, que al parecer, eso entendió.
Al tiempo en espera le llevo ventaja,
cuando quiera cuelgo las ganas;
mas la vida me arrastra, cual hoja en el río.


Entre tantas modas y sueños devaluados
navega la certidumbre maltrecha,
la silla pierde sostén de uno de sus lados,
y le faltan cabellos a esta brecha;
la gente refrenda sus mentiras con mentiras,
y tu retraso con mi paciencia deprimida.


Duele la marca del cinturón de seguridad
cuando es lo más parecido a un abrazo;
callan la sábanas la humedad del silencio,
encalla en una nueva oportunidad el enésimo plazo,
y este párrafo se va haciendo eterno...

Junto a ti.

No es necesidad encontrarte
ni posible robarle hojas a lo marchito.
La verdad, no te necesito,
mis pulmones saben de sobra respirar.


No me muero sin ti ni vuelvo a vivir contigo.
No es necesidad que te sientas aludida,
puedo seguir aunque no quieras volverme a ver
y tú reír como lo venias haciendo, también.


Pero definitivamente te prefiero a mi lado
que sean las siete de la mañana
y mirar juntos por la ventana.
No hay duda de lo que hoy he soñado.


Que más da si quieres conquistar el mundo
si se te olvidó el camino de regreso,
si a otros regalas tus besos.
No necesito que reprimas tu estornudo.


No es necesidad lo que siento por ti,
conozco qué hacer con la soledad,
es solo que te quiero junto a mí.

Verte?

No sé qué estás haciendo ahora,

no sé en qué día te olvidaste de mí,

no sé por qué tuvo que ser así, 

mi vida todavía te añora. 

Tal vez no di todo lo que pude dar.

Tu vida me sabe ajena y no volverás.

  

Ojala te borrases de mi mente... 

son tantos los recuerdos, 

tantos los momentos,
que ni el tiempo ha logrado sacarte de mi cuerpo.

Ojalá el viento me llevara en sus brazos,

ojalá te largaras de mis pensamientos; 

no te quiero volver a ver,

no eres más que un recuerdo que no quiero tener.

Ojalá te marcharas de mis sentimientos, 

ojalá solo fueras pasado que no me doliera más,

sensaciones que no vibraran en el corazón, 

momentos que olvidarlos no dolieran al alma.

Ojalá el olvido me llevara en sus brazos

para alejarme de tu olor, de tus besos.

Ojalá no te hubieras ido de mi vida

para no tener que cerrar esta herida.

A Ti

Te escribo desde las cien paredes de mi arresto
buscando entre la memoria, palabras
con tintes de suplica que detesto.
Te respeto mientras hablas
y escucho mientras callas.
Aunque no tenga que ver esto con aquello


Lo que quiero decir es que estoy tan solo como tú,
tan triste como un blues, y tan harto de que no lo entiendas.
Esta dicción no va acompañada de un ritmo ni voz
haciendo difícil infectar tu cerebro de esta  pasión
que escondí para regalártela un día como hoy.


Rayo el límite de  tu paciencia al escribir esto,
aunque el que escribió lo anterior ya no exista
el recuerdo sigue latente cual pretexto.
No hay  nada que vete que insista,
mis manos no adolecen de reumas,
no dejan de gritar cual deudas.

Piel

Insistentemente provocas las ganas agazapadas,
son tus labios lejanos que imagino más cercanos,
es tu piel que expide olor a confusión,
tus ojos se disfrazan de manos
que siento caer en cualquier cuerpo,
sea corto o eterno
se extravía mi corazón.


En esta analogía eres mi sueño.
Estás entre el intrincado laberinto de neuronas,
alimentado de datos, años, emociones...
Saltas a mi piel dejando jirones
y solo entonces es cuando me abandonas.


No quiero ser la tranquila paz de domingo
ni olvidarme de ti este martes.
Te quiero con la pasión de los amantes
aunque me cueste mil diamantes
quiero tener mucho tiempo y muchas dudas.


El sueño más distante, aletargado
tiene tus bellos tus huesos tus sesos.
Las certezas me las bebo con cerveza.
La aventura de encontrarte, es eso...
mientras vives dentro, ya mismo llego.