Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

martes, 11 de octubre de 2011

Princesa

Yo caminaba por esta vida
sinn rumbo,  ni prefijo, ni sufijo.
Amargado de tantas heridas
encontré en un castillo fijo
que se confundía contigo
la estrella más bella
que alumbra el firmamento.

Estando malherido ella consigió
recuperar con sus suaves manos
las heridas, que poco a poco curó.
Y durante toda mi estancia que ahí  duró
logró que mi vida tomara otro rumbo.

Hacia las cálidas tierras de sur este
me dirigí sin apenas saber
la verdad del verdadero amor
que poco a poco me enamoró.
Y así sin regreso,
encontré el motivo para vivir que tanto busqué.

La princesa de ahora, mi realidad,
es dulce como la miel
que dura toda la eternidad,
y como viento suave es su piel.
Sus ojos son  dos luceros
que iluminan mi camino al andar.

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