Si no vas a volver no sé qué hago pensando en ti.
Solo quedan recuerdos de algo que perdí;
es esta forma tan idiota de esperarte
que me tiene a distancia de olvidarte.
Si no conozco el color de tus ojos
ni el calor de tus enojos
y ya tengo la necesidad de no perderte.
Son estas ansias de ti que se mueren por tocarte.
Es esta vida que dice que ahora eres mía,
que cuando estoy contigo, aunque no estes,
me haces recibir cada nuevo día
con la misma locura que me hace retenerte.
Es esta forma tan absurda de no dejarte ir,
aunque no estés aquí.
No importa si esperarte me hace feliz,
cuando los deseos de olvidarte aparecen,
cuando las cosas no van muy bien,
las ansias por quererte
disipan los deseos de olvidarte.
Pero hoy ya no estoy para vender filosofías,
ni para explicar con geografía dónde estás tú.
Cuando decidas volver lloraré,
cuando quieras llegar te esperaré,
y no habrá ciencia que explique tu luz.
El acto mediante el cual el hombre se funda y revela a sí mismo es la poesía. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro. OP.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario