Las personas se fueron de la presencia de mis recuerdos
como se deslizan las lágrimas, suavemente, de las mejillas.
Quedé solo con mis sueños más lunáticos y menos cuerdos.
Apareciste entre ellos como necesidad implícita,
y no es para menos por cuanto llanto produjo tu ausencia.
Eres la sabia que recorre el centro de mis huesos.
Los ladridos de esta noche desestabilizan la armonía del vacío,
me distrajeron los espaldarazos de un pájaro en el cielo,
pero no me he olvidado de lo que hoy me trajo a estas lineas,
a saber, tus ojos plasmados en la retina de mi memoria.
Si te quedas cual espina en la carne y yo no me quejo...
Cómo hacerte desaparecer si no puedo ni quiero.
Tienes la dimensión justa para que repercutas,
sin disputa eres la sensación entre mis neuronas,
que cual reclutas marchan al son que tus caderas marcan.
Desde la más insignificante quimera que se te ocurra
hasta la filosofía mas intrincada, no se resuelve
sin que ellas, las neuronas, antes hayan pensado en ti .
El acto mediante el cual el hombre se funda y revela a sí mismo es la poesía. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro. OP.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.
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