son tus labios lejanos que imagino más cercanos,
es tu piel que expide olor a confusión,
tus ojos se disfrazan de manos
que siento caer en cualquier cuerpo,
sea corto o eterno
se extravía mi corazón.
En esta analogía eres mi sueño.
Estás entre el intrincado laberinto de neuronas,
alimentado de datos, años, emociones...
Saltas a mi piel dejando jirones
y solo entonces es cuando me abandonas.
No quiero ser la tranquila paz de domingo
ni olvidarme de ti este martes.
Te quiero con la pasión de los amantes
aunque me cueste mil diamantes
quiero tener mucho tiempo y muchas dudas.
El sueño más distante, aletargado
tiene tus bellos tus huesos tus sesos.
Las certezas me las bebo con cerveza.
La aventura de encontrarte, es eso...
mientras vives dentro, ya mismo llego.
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