Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

domingo, 24 de junio de 2012

Cómo se llama el sentimiento de no saber qué sientes,
de no saber a dónde te puede llevar;
o la negación de que te quiero más de la cuenta.
Cómo tener la certeza si te llevo en la cabeza;
o de pensar lo contrario si el aire me sabe a tus labios.
No te miento si te digo que haría del pecado una noche infinita,
que no me arrepentiría en la mañana siguiente,
que me ataría a tu piel eternamente...
pero, si no es tu indiferencia, son los terceros,
sino son los tópicos, son los problemas económicos.
Cómo acertar en el blanco si soy negro.
Cómo completarte si no puedo.
Cómo matar estas letras, o por lo menos disfrazarlas
de un futuro con menos problemas.
Pero tus ojos desatan en mí lo más sincero
y solo puedo decir lo que quiero.
Tu piel es agua al desierto, es cruel solo rozarla.
Tu aliento me embriaga hasta el punto de olvidar
lo que un día pudo unirnos sin tanta casualidad.
La verdad es que moriría en tu boca
sin pensarlo tanto, precisamente eso la provoca,
el pensar solo en ti y no en tus defectos,
en la indescriptible emoción de tenerte cerca
y no en tu terrible ausencia.
Si te quiero o no, si te amo o no, si somos la pareja ideal o no,
si soy lo que esperabas o no, si nos equivocamos o no,
si somos locos o no... el tiempo no lo sabrá decir.
Solo será la voz que dirá "te lo advertí".
Quizás los terceros tampoco,
ni modo solo depende de nosotros.
Y yo no tengo currículum ni pasado importante;
no tengo claro para qué sirven tantas palabras,
ni para qué los títulos ni las fotografías
si todo se lleva en el alma.
Solo espero que la voz nos de tiempo
para decir lo que las bocas no puedan.

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