No subas la cremallera de tu sonrisa.
Abre el riego a tus sueños marchitos.
Cierra el ministerio de justicia
que pudre al amor tintado de mito.
Corta las cadenas amarradas a tus alas.
Burla las noticias que no quisiste escuchar.
Grita las palabras que no se pueden ver.
Vuela hacia la cima de los desastres.
Cambia lo que puedas canjear
y olvida lo que no.
El camino está cargado de dudas.
Deja la puerta sin cerradura,
deja que pase lo que temes.
Borra el miedo que ata las manos.
Despide a quien dice ser tu hermano.
Devuelve la esperanza al interior,
a lo que no dice, a tus silencios.
El cielo no es azul,
son tus ganas de ser feliz.
Suelta tus deseos cual cometa.
Rompe la cuerda en la meta.
Llena tu vacío con algo,
ahí no entro ni salgo.
Acércate un poco más al fondo
y no a estas palabras.
Dale muerte a los intentos
y aliento a tus esfuerzos.
Quiebra el espejo que dice tus complejos,
pinta un cuadro abstracto en su lugar.
Llora por tu piel para que veas lejos.
Maquilla tus ojos de sol para deslumbrar.
Descuelga el botón del quiero y no puedo.
No bajes el listón del cielo.
No menosprecies lo pequeño,
los detalles que te formaron...
Vive más allá de los días
que mueren y tú no.
El acto mediante el cual el hombre se funda y revela a sí mismo es la poesía. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro. OP.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.
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